A principios del 2019 decidí hacer mi primer mapa de sueños o “vision board”. Es lo que todo el mundo está haciendo todos los días, ¿no? Honestamente no tenía expectativas muy altas sobre su efectividad, pero este fue el resultado:
Es divertido
No soy la persona más dada a hacer manualidades, pero de vez en cuando disfruto hacer labores de “recorta y pega” y recordar mis días de colegio. Un mapa de sueños es algo así. Además, me encantan las revistas y las sigo comprando pero luego no sé qué hacer con ellas, así que usarlas para hacer un mapa de sueños me pareció una idea genial.
Para hacerlo, comencé viendo este video y este video en Youtube. No me pareció algo complicado, pero como ahora hay quienes cobran por enseñar a hacerlo, quise investigar un poco por si acaso me estaba perdiendo algunos “pasos científicos”.
Te sugiero que hagas lo mismo y encuentres la técnica que más te guste de entre las miles de opciones que hay en Youtube y los artículos que puedes encontrar en internet.
Es un buen punto de partida
Un mapa de sueños puede ser un buen punto de partida para establecer tus metas del año. Para mí esta es una de sus razones principales, pero no lo entendí hasta mediados de año. Resulta que antes de hacer dicho mapa de sueños, ya yo había escrito una larga lista de metas personales y profesionales. Tenía unas 20 en mi cuaderno, pero luego me di cuenta que en el vision board no deberías tener más de 5 o 6, sobre todo si lo proyectas al plazo de un año.
Luego de descubrir esto, mi recomendación es quizás hacerlo al revés. Comenzar haciendo una lista corta de tus metas más importantes, unas 5 o 6, y plasmar sólo éstas en tu mapa de sueños. Entonces a partir de allí escribir la lista de acciones que te ayudarán a conseguirlas.
Si sientes que se te quedan muchas más cosas, que quisieras lograr, quizás sea más conveniente que hagas una proyección a largo plazo, considerando un período de 2 o tres años.
Hacer esto te ayudará a mantenerte realista y enfocada, esforzándote por hacer menos cosas pero lograrlas todas.
Da una gran satisfacción
Al final, esto fue lo que más disfruté de mi mapa de sueños.
Honestamente, no hice muchas de las cosas que recomiendan los “profetas” de mapas de sueños: como ponerlo en un lugar visible, revisarlo todos los días, ni hacer declaraciones todos los días sobre las metas que deseaba lograr. “Ain’t nobody got time for that!” o al menos yo no tengo tiempo para eso.
Sin embargo, de vez en cuando me topaba con él cada vez que estaba limpiando o buscando papeles en el escritorio.
Entonces, en Diciembre, viendo que el año rápidamente ya llegaba a su fin, me senté sin muchas expectativas para revisar todas esas cosas que había recortado y pegado 11 meses antes y en ese momento descubrí la magia.
No logré todo, pero ver lo que sí logré me dió un gran sentimiento de satisfacción y orgullo. Ese impulso extra que te lleva a pensar que si lo puedes visualizar, lo puedes lograr.
Para mí esta emoción no tiene precio. Y es probablemente la única razón por la que pienso hacer mi segundo mapa de sueños en el 2020.
¡Participa en nuestro live!
El próximo domingo 19 de enero, a las 10AM (Santo Domingo) 9AM (Nueva York), tendré un live desde mi cuenta de Instagram junto a Jenniffer Rosa. Jenniffer tiene una perspectiva muy interesante sobre los vision boards, y cómo hacerlos a largo plazo, dividiéndolo en períodos para lograr resultados más efectivos.
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